La introducción que Berger & Luckmann
presentan en “La construcción social de la realidad” (1968), comienza haciendo
referencia a que su tesis fundamentales están contenidas en el título y sub
título de su libro. Ellos son, a su parecer:
“Nuestras tesis fundamentales están implícitas en el título y sub título de este libro; ellas son: que la realidad se construye socialmente y que la sociología del conocimiento debe analizar los procesos por los cuales esto se produce.”
“Los términos claves de dicha tesis son “realidad” y “conocimiento”, que No solo se usan corrientemente en el lenguaje cotidiano, sino que llevan tras de sí un largo historial de indagaciones filosóficas. No es preciso que entremos aquí en una discusión sobre las complejidades semánticas en cuanto al uso ya sea cotidiano o filosófico de estos términos”. Pág. 11.
“Pero ahora es el caso de preguntar si realmente hay conocimiento en la percepción. Un examen de la cuestión nos muestra que en la percepción sólo tenemos una representación de un objeto, pero nada sabemos acerca de él. Para obtener un verdadero conocimiento debemos formular un juicio. El conocimiento solo se da en un juicio.” Pág. 120.
“Para nuestro propósito, bastará con definir la “realidad” como una cualidad propia de los fenómenos que reconocemos como independientes de nuestra propia volición (no podemos “hacerlos desaparecer”) y definir el “conocimiento” como la certidumbre de que los fenómenos son reales y de que poseen características específicas.” Pág 11.
“Estas ideas se caracterizan porque mediante ellas los hombres se harían la ilusión de conocer una determinada realidad social. Pero se trataría de una ilusión. Estas ideas no podrían confundirse con el conocimiento de esa realidad”.pág20.
“Por consiguiente, importa desde el principio aclarar el sentido que
damos a esos términos en el contexto de la sociología y rechazar inmediatamente
cualquier pretensión de que esta ciencia dé respuestas a esas antiguas
preocupaciones filosóficas.”Pág. 12
Participación de Carles
(@girotix) en la Cadena de Memes
Carles
(@girotix) se ha animado a
participar en la Cadena de Memes y me
ha mandado su lista para que la publique. Ahí va:
Bueno, antes que nada debo comentar lo que seguramente ya
se habrá comentado antes: es difícil mencionar un solo libro en cada categoría,
por razones obvias. Por lo tanto, en la mayoría de apartados mencionaré varios,
y que conste que dejaré muchos más en el tintero. Solo puedo decir que en este
momento estas son las respuestas que se me pasan por la cabeza.
Un libro que cambió mi vida:
El
primer libro que me viene en mente es Los
desposeídos de Ursula K. Le Guin.
En su momento me impresionó mucho el planteamiento especulativo de una sociedad
en la que se ha conseguido establecer una precaria anarquía. De la misma
manera, el periplo del protagonista Shevek -creo que en algún momento me sentí
identificado con él-, y también la maestría con que está narrado: alternando
dos tramas y tiempos, en capítulos con el nombre de dos planetas que giran
entre ellos (pero a la vez se ignoran), Anarres y Urras. No puedo decir que me
cambió la vida pero sí que es una novela de las que más me ha influenciado.
En
realidad no creo que pueda afirmar que un libro en concreto me ha cambiado la
vida. Lo que es evidente es que la lectura de los grandes clásicos de ciencia
ficción durante mi juventud me ha dejado un importante poso, en cuanto a mi
propia cosmovisión y demás... Otro grupo de libros que me ha apasionado leer y
que me han influenciado bastante no pertenecen al género fantástico. Se trata
de las lecturas de cuando estudiaba ciencias sociales, los cuales me han
ayudado a ver -y entender- la realidad que me rodea. Por citar uno: La construcción social de la realidad
de Peter L. Berger y Thomas Luckmann.
Un libro que tuve que leer más de una vez:
Neuromante, de William Gibson. La primera vez me quedé empantanado en la
complicada prosa de este autor y lo dejé estar. Unos años después (creo que a
finales de los ochenta) lo rescaté de la estantería y me cautivó. Recuerdo que
leí de un tirón ésta y las dos continuaciones: Conde Cero y Monalisa
acelerada. Recientemente he vuelto a leerlo (no es la primera relectura,
pero hacía bastantes años de la última) y me continua fascinando, si bien
intuyo que no soy del todo objetivo por que el tiempo inevitablemente le ha
pasado factura.
Otra
cosa son las relecturas que tengo pendientes. Por ejemplo, para reengancharme
como Dios manda a la saga Canción de
hielo y fuego de George RR
Martin tendría que releer los tres primeros volúmenes otra vez. Bueno,
creo que tendré que conformarme con los resúmenes que circulan por ahí.
En
resumen, creo que todo buen libro merece una relectura como mínimo, pero por
falta de tiempo, o por impaciencia, yo soy de los acabamos consumiendo uno
nuevo antes que volver la vista atrás a lo que ya hemos descubierto una vez.
Un libro que me llevaría a una isla desierta.
Mmm...
parafraseando al maestro Yoda: Difícil decisión es... El Señor de los Anillos seria una buena elección, por supuesto. Se
supone que uno debe llevarse un buen tocho a una isla desierta y el libro de JRR Tolkien cumple con creces: por
extensión, por toda la complejidad de la trama, por toda la mitología
incorporada... Pero no sé... Otra opción ¿Por qué no? La saga Canción de hielo y fuego sería otra
buena elección, pero sería preferible que estuviese acabada, claro. Para cuando
me jubile espero que lo esté, a ver si entonces puedo comprarme una isla...
Como
alternativas: algún compendio exhaustivo de filosofía... O bien bolígrafo y
papel (mejor todavía un portátil y una placa solar) y empezar a escribir uno
mismo...
Un libro que me hizo reír:
Wilt, de Tom Sharpe. Todavía recuerdo que viajaba en tren y me estaba
partiendo de risa, y la gente me miraba como si hubiese fumado algo. Dentro del
género fantástico: Marciano vete a casa
de Fredric Brown resultó una
lectura muy divertida en su momento.
Un libro que me hizo
llorar:
Llorar,
lo que se dice llorar, pues no. Tardé años en leer Flores para Algernon, de Daniel
Keyes. No me sentía preparado para esta lectura hasta... hasta que sí
que lo estuve. La demora fue por qué me parecía un tema muy deprimente, aunque
entonces no lo asocié con la enfermedad de Alzheimer y por tanto ahora debe
serlo más todavía puesto que todos conocemos algún caso de esta enfermedad. Por
descontado me está pasando con otros libros: por ejemplo tengo pendiente La Carretera de Cormac McCarthy.
Un libro que me hubiera gustado haber
escrito:
¡Todos!
Es decir, todos los que he disfrutado, amado o que me han impresionado de algún
modo. Concretando, siempre pienso que me encantaría escribir como Peter F. Hamilton: esta
capacidad de cautivarte a través de las diversas tramas y subtramas, los
adorables personajes, los conocimientos científicos y la capacidad de sentido
de la maravilla de este autor... Puedo imaginarme como escritor, pero creo que
siempre me vería a años luz de su talento.
Un libro que aborrezco:
Esta es fácil: Campo de batalla: la Tierra de L. Ronald Hubbard. Cuando lo leí todavía no tendría los veinte
años y en seguida me convencí que era lo peor que había leído en
ciencia-ficción y fuera de ella. Ha llovido mucho desde entonces pero el libro
continua manteniendo su status. Para ser justos ahora con el paso de los años
tendría que hacer una revisión y valorarlo de nuevo, pero tengo muchísimas
lecturas interesantes por delante y no pienso hacerlo.
Un libro que me decepcionó
Me habían hablado tan bien de La Luna es una cruel amante de Robert A. Heinlein que cuando cayó en
mis manos fue una decepción considerable. Debo decir que no es el único libro
de este autor que me ha decepcionado: es peor El número de la bestia.
Un libro que estoy leyendo
ahora:
Existence, de David Brin.
De momento puedo decir que me está gustando. Me encanta recuperar un autor a
quien había aborrecido un poco por la “paja” que acostumbraba a poner en sus
obras, hasta el punto de aguar el sentido de la maravilla que tienen sus
novelas.
Un libro que quiero leer:
Uf! Un montón. Brasyl de Ian Mc Donald, o bien The
Dervish House del mismo autor. Por citar otro: tengo pendiente In the Mouth of the Whale de Paul Mc Auley, un autor por el que
siento debilidad. Muchísimos más... Lo que sé seguro es que de momento no
quiero leer Ulysses...
teorema
¿Qué es el teorema
de Thomas en sociología?
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El
teorema de Thomas ha sido utilizado para explicar el comportamiento económico.
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En 1928, el sociólogo
W.I. Thomas formuló una sentencia que luego se conocería como el teorema de
Thomas: "si los hombres definen las situaciones como reales, entonces son
reales en sus consecuencias". Thomas también contribuyó con la frase
"definición de la situación", que implica que cualquier cosa que
cuente como real en una situación dada es el resultado de un consenso alcanzado
por las partes. Estas afirmaciones en conjunto fueron absorbidas por una teoría
general conocida entre las ciencias sociales
como la construcción social de la realidad.
Interpretaciones
La formulación del teorema de Thomas es
ambigua. Puede significar que "las consecuencias de una situación se
siguen de como es percibida y no del modo en que realmente es" o que
"el poder de definir una situación incluye el poder sobre sus
consecuencias". Puede también significar simplemente que "las
creencias tienen consecuencias, sin importar su
verdad". El hecho de que Thomas se haya referido a profecías
autocumplidas, o que haya expresado su escepticismo sobre la existencia de un mundo
objetivo, depende de cómo sea interpretada la aserción.
Ejemplos
Muchos de los ejemplos ofrecidos como apoyo
para el teorema de Thomas proceden de la economía. Las burbujas especulativas,
las corridas bancarias y otras clases de conductas económicas auto fortalecidas
(retroalimentadas) pueden verse como ejemplos de la percepción que crea su
propia realidad.
Influencia
El teorema de Thomas influyó a una generación
de sociólogos, como Peter Berger, Robert Merton, y Thomas Luckman. En su obra
"La construcción social de la realidad", Berger aplica las ideas de
Thomas a las instituciones sociales y políticas, a los
rituales religiosos y al lenguaje. Merton expandió el teorema de Thomas en su
obra sobre las consecuencias no intencionales y las profecías autocumplidas.
Crítica
Una crítica al teorema de Thomas ha sido
ofrecida por Frank van Dun. Si el teorema significa que "las consecuencias
de una situación que se tiene por verdadera son iguales a las de una situación
realmente verdadera", es falso, porque uno no puede crear o negar una
realidad deseándola o denegándola. Si significa que "las consecuencias de
una situación son reales sin importar cuán bien está definida", entonces
es trivial porque eso reduce el aforismo a "sé real".
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